viernes, 11 de marzo de 2011

Don Raúl Lozano, Dios lo bendice por siempre

El tiempo transcurre en un abrir y cerrar de ojos, los días pasan y nuestro caminar por la vida nos llena de nuevas experiencias y acumula gratos recuerdos que nos marcan en este paso por la tierra.

Hoy hace un año, un gran amigo, ejemplo de vida, concluyó ese paso efímero ante la eternidad de Dios, pero intenso ante nuestra humanidad.

El 11 de marzo de 2010, don Raúl Lozano partió hacia esa eternidad en Dios, y si bien su ausencia física nos duele, sé que también nos alegra saber que ahora disfruta de la paz y tranquilidad junto a Jesús.

Y ni que decir de la emoción que don Raúl debe sentir al encontrar su mirada con la mirada de María Santísima, recibir su abrazo maternal y la protección de su manto; de sentarse en una mecedora a compartir su sabiduría con San Pedro y San Pablo; quizá hasta supervisa las impresiones del material de oficina allá en el cielo y ya organizo a la liga de fútbol de los Ángeles, además claro de disfrutar los partidos de sus equipos favoritos aquí en la tierra.

Por supuesto que el reencuentro con quiénes antes que él llegaron al cielo es motivo para esbozar una sonrisa eterna; desde allá no pierde detalle de su familia, cuida a Doña Gloria y acompaña a cada uno de sus hijos, nietos y amigos con su bendición y protección; es un privilegio contar con un ángel como él.

Don Raúl, lo extrañamos, lo recordamos y lo amamos. Gracias por su legado y sabemos que un día nos volveremos a encontrar para compartir juntos la eternidad en el infinito amor de Dios.

Un abrazo desde aquí hasta allá. Dios lo bendice por siempre.

Elevemos nuestra oración:

“Señor Jesús, hoy que recordamos a Don Raúl en el primer año de su partida, te agradecemos por el privilegio de haber formado parte de su vida y te encomendamos su eterno descanso junto a la Santísima Trinidad.

Que cada oración en su memoria, se convierta en una ofrenda hacia ti.”

Amén