lunes, 8 de noviembre de 2010

Ponerse el "oberol" nos hace bien

¿Qué se necesita para cambiar nuestra ciudad?, es una pregunta recurrente en muchas personas que cada día al ver, leer y escuchar las noticias se encuentran con las mismas historias cuyo tema central es la violencia y la inseguridad; la única diferencia son los personajes, los lugares, las horas y, por supuesto el estilo propio de cada acto delictivo...

Ni siquiera es necesario encender la televisión, el radio u hojear el periódico, basta con llegar a la oficina o escuela para enterarse, a través de las conversaciones en las que participamos o en las que por casualidad la oreja captó información, de los acontecimientos que tiñen de rojo y amarillo la cotidianeidad de nuestras vidas.

Y es que los medios de comunicación se han encargado de contribuir a generar un ambiente de miedo, pues se centran en la difusión de notas negativas como si éstas fueran las únicas dignas de ocupar un espacio en los titulares de las noticias.

La buena noticia es que para cambiar nuestra ciudad lo primero que tenemos que hacer es cambiar nuestra percepción de la vida y enfocarnos en las buenas acciones, esas que están a nuestro alcance y mejor aún que muchas personas practican diariamente.

Somos más los buenos, eso me consta, pero bien dice una frase, cuyo autor por desgracia desconozco, y que tomo para la reflexión: “No me preocupa el ruido de los malos, lo que me preocupa es el silencio de los buenos".

Por tal razón, el año pasado surgió la inquietud de reconocer a las personas que realizan buenas acciones no por relumbrón, como algunos artistas y políticos, sino porque ese actuar forma parte de su filosofía de vida.

Así, los PREMIOS OBEROL llegan a su segunda edición con una organización más estructurada, pero con el mismo corazón y entusiasmo que nos motivo a crearlos, cuya esencia se plasma en su misión:

Promover los esfuerzos de los miembros de la comunidad que, con sus buenas acciones, generen un cambio positivo en otras personas o en nuestro medio ambiente; mediante el reconocimiento público de sus causas y la difusión de sus acciones”.

Y lo mejor es que el reconocimiento consiste en la figurilla de un “Angelito” elaborado por las niñas de la Casa de la Armonía, A. C., es decir se trata de una artesanía, porque sin lugar a dudas los es, cuyo valor emotivo trasciende cualquier valor monetario; tengo muy grabadas las palabras de una de las pequeñas cuando al preguntarle ¿qué representa la figurilla?, me respondió con la inocencia propia de su edad, pero al mismo tiempo con mucha seguridad: “representan el amor que Dios nos tiene…”

Ahí, en esas palabras, se encierra una verdad inminente y absoluta: Dios nos ama.

Así que te invito a “cacaraquear” las buenas acciones y nominar a las personas que cada día, con su granito de arena contribuyen a cambiar nuestra ciudad y a ser instrumentos del amor de Dios.

El sábado 13 de noviembre cierra la fase de nominaciones y a partir de lunes 15, podrás votar para definir a los ganadores de la segunda edición de los Premios Oberol en cada una de las seis categorías.

La ceremonia de premiación se llevará a cabo el jueves 25 de noviembre a las 7pm en el Auditorio de la Universidad de Comunicación Avanzada "UNICA".

Visita: http://www.premiosoberol.mx/

También estamos en Facebook (www.facebook.com/premios.oberol) y en Twitter (http://twitter.com/premiosoberol)


Porque ponerse el “oberol” nos hace bien… y nominar las buenas acciones, también es una buena acción.


Material adicional

¿Cómo se elaboran los “Angelitos”?


Video promocionales de la 2ª Entrega de los Premios Oberol:




No hay comentarios:

Publicar un comentario